La piel sensible se caracteriza por producir sensaciones desagradables como escozor, ardor o tirantez, generalmente asociadas con sequedad y enrojecimiento. Los cambios de temperatura, el estrés y situaciones emocionales, son algunos de los factores que pueden detonar esta condición.
Según datos compartidos en la página web Doctor Klein, el 37,6 % de la población europea afirma tener la piel sensible o muy sensible. Además, se prevé un incremento de las personas con piel sensible, de hecho para el año 2050 las cifras pueden alcanzar el 50%.
Causas del incremento en los casos de piel sensible
Desde el punto de vista médico, se cree que la piel sensible aparece debido a una sensibilidad de sus terminaciones nerviosas, que las hace emitir señales de dolor como respuesta a estímulos inofensivos. Estos síntomas pueden ser causados por múltiples factores internos y externos.
El calor, el frío y el viento se encuentran entre los factores externos que pueden desencadenar la sensibilidad cutánea. Esto se debe a que los cambios bruscos de temperatura provocan que el organismo libere histamina, provocando sensaciones de escozor en la piel, así como una dilatación de los vasos sanguíneos que produce enrojecimiento.
Otro de los grandes enemigos de la piel sensible es la contaminación. Las partículas de hollín presentes en la atmósfera se adhieren a la superficie de la piel, desencadenando una reacción de estrés oxidativo que la irrita a lo interno y, a su vez, deteriora su barrera protectora superficial, provocando sequedad y un aumento adicional de la sensibilidad a irritantes externos.
Por otro lado, los rayos UV de la luz solar causan el estrés oxidativo y la inflamación de la piel. También el uso de detergentes para ropa muy abrasivos y de jabones de tocador altos en agentes irritantes, como el lauril sulfato de sodio, tienen un efecto negativo en las pieles sensibles.
Además de los factores externos, existe una serie de desencadenantes internos que causan los síntomas de piel sensible. La comida picante, el exceso en el consumo de alcohol, los cambios hormonales y las emociones intensas son algunos de estos factores. Específicamente, los factores hormonales, el estrés y las emociones intensas desencadenan reacciones en el organismo que producen dolor, escozor, enrojecimiento y hasta descamación en pieles sensibles.
Cosmética natural para el cuidado de la piel
Se estima que para el año 2050 el incremento de la piel sensible sea del 50%. Los expertos en la materia señalan que factores como el estilo de vida en las ciudades, la contaminación, el uso excesivo de jabones con sustancias irritantes para la piel y la herencia genética seguirán siendo factores desencadenantes de esta condición.
En ese contexto, la marca de productos especializados Doctor Klein pone a la disposición de los interesados su amplia gama de productos especialmente formulados para el cuidado de las pieles sensibles y delicadas. Estos contienen altas concentraciones de principios activos de origen natural que garantizan óptimos resultados.